Mujer trabajadora = salario < hombre trabajador

Filed under , by Mabel Barreto on 10:21






Una peruana gana 65 soles con 60 céntimos por cada 100 soles que gana un peruano, ambos trabajando en la misma rama. Dicho de otra manera, las peruanas ganamos en promedio el 65.6% de los ingresos de los peruanos.
Mejor suerte tienen las colombianas, que ganan por lo menos el 81% de lo que ganan los colochos. Y peor que nosotras están las argentinas, que ganan el 60% de lo que perciben los gauchos, en iguales condiciones educativas.
Un buen trecho por delante de lo que estamos las latinas están las españolas. En la nota que titula “Discriminada por mujer y (más aún) por madre” El País informó ayer que las españolas que trabajan cobran, como mínimo, un salario un 20% por debajo al de los compañeros hombres.
Para el diario español, este 20% es como un precio que pagan las mujeres de ese país por trabajar.
Menudo precio nos toca a todas: nada menos que una brecha salarial que pagamos, de entrada, por el hecho de ser mujeres. Y que continuaremos abonando a lo largo de toda nuestra vida laboral.
¿Tendrá su recompensa todo nuestro esfuerzo? No se lo crean. De acuerdo a los estudios presentados en el libro “Mujer y empleo, Buscando la igualdad”, que es el que nos ha aportado las ilustrativas cifras sobre la discriminación salarial en los tres países latinos mencionados, está probado que la brecha aumenta con la edad y la calificación.
En Argentina, por ejemplo, las mujeres del sector privado ganan el 64% que los varones en el mismo sector, y las asalariadas con más alto nivel educativo perciben el 53% de lo que ganan los varones.
¿Es esto lo único que hemos obtenido tras tantas luchas por la igualdad? La respuesta es sí. Aunque cada vez somos más las mujeres que trabajamos – en el Perú la famosa PEA (Población Económicamente Activa) nos ha contabilizado en 3’760,714 a las mujeres trabajadoras, pero sospecho que somos muchas más-, las diferencias se mantienen.
Que la brecha salarial entre hombres y mujeres disminuya hasta desaparecer no depende de que más mujeres trabajen, ni de que se esmeren en ello, estudiando, produciendo, compitiendo….depende de cómo nos miren y traten salarialmente los empleadores (si son hombres, sonamos), y de las políticas públicas de igualdad que quieran aplicar los gobiernos.
Pero que es injusto, es injusto.

Comments:

Publicar un comentario