cromosomas44xx Blog sobre temas de la mujer: la moderna, la feminista, la cibernética, la madre, la hija, la que no quiere críos, la que estudia, la que trabaja y la que busca chamba...es decir para todas las que nacimos con 46 cromosomas: 44 más XX.

Tras los resultados de la segunda vuelta para elegir presidente que hoy vive Chile, los reflectores estarán puestos sobre el ganador.  En otro plano empezará la ceremonia de despedida a la presidencia de Michelle Bachelet.

El adiós a “la Michelle”, como la conocen chilenos y chilenas, estará teñido de particulares características:  una agenda muy bien estudiada para los 53 días que le quedan en el mandato, un trabajo de imagen que logre capitalizar el alto grado de aprobación de la mandataria –medido en 81% según sondeo realizado en diciembre- y hasta un dominio en Internet ya adquirido por sus seguidores, www.michelle2014.cl; son claras muestras de la voluntad, en su entorno, de verla nuevamente en La Moneda.

Pero hay también un activo invalorable de Bachelet sobre el que es bueno echar luces antes que la cuenta regresiva termine y entregue el poder a su sucesor el próximo 11 de marzo.  Una herencia que legará a las mujeres de su país, y a todas las latinoamericanas:   demostró que el poder está a nuestro alcance. 

“Ver una mujer en el puesto de máxima responsabilidad, es verdad que cambia el escenario”, me contaba en diciembre pasado Natalia Flores, del Observatorio Género y Equidad de Chile.  Este mismo Observatorio es una muestra de la actitud de vigilancia ciudadana adoptada por las mujeres en Chile. 

La presidenta Bachelet instauró un gobierno paritario en Chile –ministros y ministras, funcionarios y funcionarias-, y comenzó a generar propuestas y políticas públicas destinadas a mejorar la situación de las mujeres.    

Entre estas medidas están la reforma al sistema previsional, para incluir el bono por hijo nacido, el cambio del sistema de jubilación, el aumentar casi en 60% la cantidad de salas cuna para que las mujeres pudieran salir a trabajar.

Un tema que probablemente quede pendiente es el sacar adelante el proyecto de ley de cuotas. Porque, a diferencia del Perú, las chilenas aún no cuentan con un sistema que promueva la participación electoral de las mujeres empezando en los partidos.

Aún así, en las pasadas elecciones parlamentarias se eligieron tres nuevas senadoras: Isabel Allende (PS), Ximena Rincón (DC) y Lily Pérez (RN), lo que fue considerado por las chilenas como un triunfo en tanto mejora la representación de mujeres en la cámara alta.  En la Cámara de Diputados bajó la presencia de mujeres de 18 a 17 diputadas.

Nadie podrá decir que Michelle Bachelet gobernó para favorecer únicamente a las mujeres de su país.  Que no se olvidó de los hombres lo prueban por ejemplo los montos de inversión pública en la construcción de nuevos estadios de fútbol.  Ella invirtió más que cualquier presidente anterior en el fútbol, mérito que los chilenos le reconocieron. 

Pero su aporte más significativo ha sido para las mujeres, y ha sido simbólico.  Lo suele contar ella misma, como en una entrevista que dio a El País el año pasado:

“…a mí que soy médico -soy pediatra- antes las niñas me decían: "¡Quiero ser como tú, quiero ser doctora!". Ahora me dicen: "¡Quiero ser presidenta!".

Al empezar a despedirse de su mandato tenemos que decirlo: la tarea más importante de la primera mujer presidenta no casada con un ex presidente en Latinoamérica, es haber allanado el camino para las que siguen.