Hillary y el problema de su marido

Filed under , by Mabel Barreto on 17:03




Viernes 8, Washington DC: la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, insta a palestinos e israelíes a reanudar conversaciones de paz “sin condiciones previas”. Viernes 8, EE.UU: The Atlantic, un periódico en Internet, publica, como avance del libro Game Change, que el esposo de la Secretaria de Estado, Bill Clinton, tuvo una amante durante la dura batalla electoral que Hillary libró contra Obama.

El libro, que revela detalles inéditos de la última campaña electoral estadounidense, será puesto a la venta mañana, pero ya todos hablan del tema, y el mismo lunes habrá un reportaje especial en el programa “60 minutos”, de gran teleaudiencia en EE.UU.

Los titulares se disparan. Algunos diarios, como El Comercio, aludiendo a la primera gran infidelidad conocida del ex presidente Clinton, el affaire con Mónica Lewinsky señalan “No cambia: Bill Clinton…”

Según los testimonios recogidos por los periodistas John Heilemann y Mark Halperin, Hillary Clinton formó un “comité de guerra” con un grupo de sus colaboradores más cercanos, “para lidiar con el problema de la libido de su marido”. El grupo verificó primero el nuevo affaire de Bill Clinton y estuvo preparándose durante meses por si la información salía a la luz, lo que no ocurrió, hasta ahora.

En la última alusión al tema de los Clinton, el libro también revela que, cuando Barack Obama convocó a Hillary para ocupar la Secretaría de Estado, ella mencionó, entre las dificultades para asumir el cargo: 'Hay una última cosa que es un problema, que es mi marido. Ya has visto cómo es, esto será un circo si acepto este trabajo".

Pues bien, el circo ya empezó. Hay quienes se preguntan qué hace que una mujer como Hillary Clinton acepte una y otra vez las infidelidades de su marido. Abogada brillante, política y hoy diplomática, podría tomar la decisión de echarlo de su lado sin contemplaciones, arguyen los que están en este bando.

Otros y otras dicen que es más conveniente para ella, desde el punto de vista del manejo político, tomar la dirección contraria, perdonarlo y mantenerlo a su lado. Lo hizo cuando era gobernador de Arkansas y cuando era presidente.

La compadecerán y la criticarán. Exactamente igual que cuando ocurrió el caso Lewinsky.

Pero cuando esto pase, sea cual sea la decisión y actitud que adopte la Secretaria de Estado, ella volverá a lo suyo: trabajar con los israelíes, la Autoridad Palestina y los países árabes para reanudar negociaciones que conduzcan a un proceso de paz. Soluciones diplomáticas para conflictos internacionales que estén en la agenda de prioridades de los EE.UU.

Porque, fundamentalmente, ella es una mujer inteligente. Y ése es el factor más importante en su vida, aún más que el “problema” que puedan representar las infidelidades de su esposo.

Juliana Margulies, protagonista de la serie “La buena esposa”, ha dicho sobre su papel: "Son mujeres inteligentes. Silda Spitzer ahora dirige un fondo de inversión en la ciudad de Nueva York. Nunca había estado mejor. Elizabeth Edwards escribió un libro. ¡Miren a Hillary Clinton dónde está!”

La abogada Silda Spitzer volvió a trabajar luego que a su marido, postulante a gobernador de Nueva York, se le abriera una investigación por participación en una red de prostitución. La serie de Fox se inspira en ella, tratando de mostrar a una mujer capaz de ser mucho más que la esposa de un político.

Hillary ya lo demostró, y hace rato. Avanzará y volverá a pasar esta página en su vida. Bien por ella.

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